Correr en Rivas (Ruta 3): Por la ribera del Jarama hasta Velilla



Nunca acaba uno de descubrir, ni siquiera en lo más cercano. 

Llevo más de veinte años viviendo en Rivas, las rutas que he descrito en los anteriores capítulos ripenses del blog (1.Cortados/laguna Campillo y 2.Vuelta a La Madrañosa) las conozco casi desde los primeros meses de vivir aquí, cuando salía a montar en bici y entre el polígono industrial Santa Ana y el casco viejo de Rivas era todo campo. 

No sé cuantas veces habré ido a la Laguna del Campillo, pero hasta hace unos pocos meses que mi mujer descubrió que se podía cruzar el rio por el puente del antiguo tren de vapor de Arganda (el que pita más que anda), nunca se me había ocurrido ir por la ruta que voy a describir ahora. 

Puente de del tren de Arganda sobre el Jarama


Desde este puente descubrimos una senda que va remontando el río Jarama hasta llegar a Velilla de San Antonio y sus Lagunas. La senda sigue después y se podría continuar hasta subir a Rivas por la zona de la Ermita del Cristo de Rivas, pero de momento, con los 24 km. totales de ida y vuelta por el mismo sitio tenemos suficiente. 

Por supuesto, la ruta cada uno la puede adaptar a sus posibles, se puede hacer de sólo 4 km. ida y 4 vuelta hasta el salto de agua que contaré más adelante, 7 + 7 hasta el humedal Miralrio, o en bici dar toda la vuelta completa subiendo por el Cristo, esto debe ser ya más de 40 km. 

En esta ocasión nos quedamos con el recorrido que llega hasta casi la Laguna de El Soto (nos faltaron 500 metros, pensábamos que habíamos llegado pero era otra laguna mucho más pequeña anterior a la del Soto) y vuelta. 

El perfil  es prácticamente plano. Lógicamente, al seguir la ruta el curso del rio, en la ida es ligeramente subida; y en la vuelta, a favor de corriente, ligeramente bajada. Podría esperar a repetir la ruta hasta la laguna de “El Soto” (la que aparece verde claro en el Google Earth) pero como ya vienen las lluvias y los caminos enbarrados, no sé cuando volveré a ir.

La ruta va entera paralela al rio Jarama a su paso por la parte alta del Parque Regional del Suroeste, entre Rivas y Velilla de San Antonio. Este río es uno de los principales afluentes del Tajo y el más largo de la Comunidad de Madrid, 190 km., desde que nace en Peña Cebollera hasta que llega a verter sus aguas al Tajo, en Aranjuez. La zona que vamos a recorrer, además del propio río,  está llena de lagunas y humedales.

La ruta en wikiloc --> aqui.

Ruta total, mismo camino ida y vuelta

 

Primer tramo: Km 0 al km 4 – De la Laguna del Campillo al “saltito” de agua



Primer tramo, desde el aparcamiento de la Laguna del Campillo
Partimos del aparcamiento de la Laguna del Campillo y cogemos la pista que la bordea hacia el sureste, es decir, según avanzamos vamos viendo la laguna, y los pescadores, a la izquierda, y en seguida el Jarama a la derecha.

Laguna El Campillo en Rivas, punto de salida

Por esta pista de tierra entre laguna y río avanzamos unos 2 kilómetros. Antes de dejarla, en el kilómetro 1,5 aproximadamente, encontramos el centro de interpretación de la laguna. 

El ecosistema que empezamos a ver ya por aquí, se va a prologar a lo largo de todo el recorrido. En las riveras de las lagunas: Junco de churrero, carrizo, enea, taray, zarzamora, rosal silvestre… y en la rivera del rio: olmo, chopo, fresno, álamo, sauce,…
Fuente: Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid

Esta primera parte de la ruta por la rivera del Jarama es también camino de peregrinación: hacia un lado el Camino de Santiago y hacia el otro, el Camino de Uclés. 

A la izquierda Uclés, a la derecha Santiago

Nosotros seguimos las indicaciones rojas (hacía Uclés) y así, siguiendo el río, dejamos la laguna atrás y entramos en tierra de cultivo durante un kilómetro más…

Barbecho


…hasta llegar al puente del tren de Arganda. Actualmente el tren está operativo los domingos para uso turístico entre la Laguna del Campillo y La Poveda. Nosotros cruzamos el puente andando, por el espacio que hay para ello. Eso sí, hay que tener mucho cuidado y poco vértigo, sobre todo si algún ciclista viene de frente. 

Puente del tren sobre el Jarama, el tren por la izquierda, nosotros por la derecha


Una vez llegamos al otro extremo del puente, tenemos que bajar por la derecha de la vía para dar un giro de 270ª (3/4 de vuelta) y pasar ahora por debajo de puente, de nuevo, para coger el camino que va paralelo al rio.

Después de cruzar, bajar por la derecha

Pasar por debajo

Y seguir el camino


Seguimos por esta senda un kilómetro más hasta llegar a un pequeño salto de agua. Esta zona me parece muy relajante, merece la pena pararse a contemplar el paisaje y sobre todo escuchar el sonido del agua y las aves.


Árboles y río

Llegando al saltito de agua

Cazador cazado

La presa

Gana mucho con sonido

 

Segundo tramo: del Km. 4 al km 8 – Del “saltito” de agua al humedal Miralrio


Hasta aquí 4 km. ya ha merecido la pena el trote. Ahora toca decidir si volver ya y hacer un total de 8 km. o vamos a por más. Nosotros seguimos… 

Segundo tramo

Dejamos la presa con pena… y cuidado, hay que cruzar por una pasarela que pasa encima de un canal de agua con un poco de atención al suelo (no al paisaje). Supongo que abastecer este canal de agua es el motivo de esta pequeña presa.

Caida de agua, nos vamos

Cuidado al cruzar

Desde aquí seguimos por el camino paralelo al rio, ahora entre enormes cardos, en esta época del año ya secos, pero pinchan igual. 

Senda de los cardos, mas altos que la sendista


Por la izquierda seguimos oyendo los sonidos del rio, pajarillos en los árboles y patos en el agua.

Cua, cua, tú mismo

Por la derecha vemos que aún sigue habiendo explotaciones de grava y arena activas dentro del parque regional, ¡¡El negocio del ladrillo está asegurado!!. 

Gravera operativa


Sobre el km. 5 el camino además de paralelo al río también va paralelo a la carretera. Entramos en una zona de pinar, de recreo, habilitada incluso con un circuito de obstáculos para bicis. 

Ahora paralelos al río...y a la carretera

Entre pinos

Poco más adelante, aproximadamente en el kilómetro 6 y medio, aunque se puede continuar por el camino recto, cogemos un caminillo que sale por la izquierda, para seguir el trazado del rio que también gira en la misma dirección y no perdernos el humedal de Miralrio.   
Desde esta zona podemos observar los Cantiles de Rivas al fondo, esta vez desde abajo (en el capítulo 1 de correr por Rivas íbamos por arriba) y la finca el Piul con su vacas y sus grandes formas verdes circulares en el suelo por el sistema de riego.

En el capítulo 1 ibamos por arrib

Enseguida llegamos al Humedal de Miralrio, otro punto donde hay que parar a observar un rato en silencio. Recuerdo de mi época de joven-motero el placer de llegar a un sitio bonito, parar a fumarse un cigarrillo y observar. Ahora en mi época de viejuno-runner me gusta parar en los sitios bonitos, a echar un trago de agua y observar. 
Además de la belleza del propio humedal, su vegetación y recovecos, se pueden avistar todo tipos de aves: patos, fochas, cormoranes,… y otra aves más pequeñas que no se identificar.

Humedal Miralrio, una de los sitios que mas me gusta de la ruta

¿Pato cuchara?¿Anade real? ¿u otro?

Cormorán


 

Tercer tramo: Km. 8 al km. 12 – Del humedal Miralrio a “casi” la laguna el Soto



De nuevo, en este punto podemos dar la vuelta haciendo un bonito recorrido total de 16 km o seguir río arriba… Seguimos río arriba, a por el tercer tramo.

Tercer tramo
En unos pocos metros, tras pasar cerca de las ruinas de una antigua explotación de grava y tras una pequeña subidita volvemos al camino principal que habíamos dejado antes. Ya casi estamos en Velilla.

Rio y al fondo Cantiles de Rivas
Cruzamos Velilla siguiendo el camino por, lo que quiero pensar, es la parte menos agraciada del pueblo. Primero una depuradora de aguas y luego pasamos por una calle bastante sucia, pero enseguida nos encontramos de frente con la primera de las lagunas de Velilla, la de El Raso, la que tiene forma alargada.

Laguna del Raso, en Velilla
Los alrededores de estas lagunas, tan cercanas al pueblo,  están acondicionados para paseo de los Velilleros. También se ven puestos de pescadores. Durante todo el paseo que va entre las lagunas y el rio hay bastante arboleda, muchos tarays.

Camino
Los árboles están en una situación extraña. Llevamos un mes de otoño, pero sin embargo, supongo que por el calor que ha estado haciendo, apenas han tirado hoja, por lo que ni tenemos los bonitos tonos marrones y naranjas del otoño ni los verdes del verano.

Arboleda riverense
La siguiente laguna, la más grande es la de “El Picón de los Conejos”. Por aquí hay varios caminos que cruzan entre lagunas y van de un lado a otro y de una a otra. Se puede uno aventurar a coger alguno de ellos y volver por el otro lado, pero si queremos llegar hasta la última laguna, el camino correcto es el que va siguiendo el rio, paralelo, dejando las lagunas a la derecha.

Mas camino, siguiendo el curso del río, de momento, a contracorriente
Llegado a este punto, se nos une un nuevo compañero de viaje…

Como patos en el agua
… No, no son los patos…. Es la lluvia… como siempre que salgo a correr con mi gallega, ¡¡Es como imán para el agua!!

Chove
Menos mal que es muy suave y dura poco… hasta las fochas se alegran y se dejan ver

Paca y María José
 
Siguiendo por el camino paralelo al rio vamos avanzando, este tramo de camino está alambrado por la parte de la laguna, creo que son de propiedad particular.
Así llegamos a la última laguna, la que pensábamos que era la de “El Soto”.
No nos parecía ni tan grade ni tan verde como aparece en el Google Earth, y es que efectivamente, no era.
Lagunilla previa
 
Esta era una pequeña laguna anterior. Nos faltaron unos 500 metros para llegar a la grande, pero pensábamos que era esta y nos dimos la vuelta.
Pensé en esperar a publicar esta ruta una vez haya vuelto y llegado hasta la laguna del Soto, pero como han empezado las lluvias y no sé cuando volveré, prefiero publicarlo ya y así el final del tramo queda como sorpresa para el que quiera llegar hasta allí.

 

La vuelta: Km 12 al 24


La vuelta la hacemos por el mismo camino de ida. Hay otras alternativas, pero el camino que hemos seguido a la ida es el que más me gusta.
Como siempre, aunque el camino es el mismo a la ida que a la vuelta, las vistas son distintas. Ahora llevamos el río a la derecha, y encontramos detalles que a la ida pasaron desapercibidos. Como muestra, un fotón:

A volver

Ni idea

Ahora a favor de corriente

Laguna El Picón de los Conejos

Tarays rodeando la laguna

Parte trasera de Velilla

Focha en sentido contrario

Vegetación del humedal

jugando

Ya estamos mas cerca

Camino paralelo al rio

Ya estamos en la "presilla"

Y llegando al puente

Incluso, encontramos algún contratiempo...¡No podemos pasar por el puente!... y aquí sí que no hay alternativa para cruzar el rio.
Los Amigos del Centro de Iniciativas Ferroviarias VAPOR MADRID (CIFVM), asociación "sin ánimo de lucro" que se encarga de operar el tren, están reparando la pasarela "peatonal" que va paralela a la via a lo largo del puente. Lo cual, aunque nos hagan esperar, se lo agradecemos. Tras charlar con ellos un rato durante la espera, parece que los destrozos no son "fortuitos", ni ellos ni nosotros entendemos el por qué hay gente que haga estas cosas.


Los Amigos del Vapor, trabajando desinteresadamente un sábado

Y poco más, tras esperar un rato para poder cruzar el puente, quedan 3 kilómetros: uno de barbecho y dos de laguna y así acabamos de pasar la mañana.

Ya estamos en "casa"


¡¡Ay señor, jubilame pronto!! dijo la focha común... al pato (en su idima claro).